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Es probable que hayas escuchado sobre los estados inflamatorios crónicos y algunos de sus síntomas, dolor corporal, fatiga, insomnio, depresión, ansiedad, desordenes anímicos, aumento/pérdida de peso, entre otros (1). La inflamación es el reflejo del estado de nuestro sistema inmune, y se relaciona estrechamente con el estilo de vida y por ende del patrón de alimentación que sigues.

 

 

A pesar de que la inflamación es una respuesta biológica esencial del sistema inmune frente a lesiones y patógenos, en periodos prolongados puede contribuir a una serie de problemas de salud (2). En este artículo, exploraremos cómo la dieta impacta en los estados inflamatorios y cómo las propiedades de algunos alimentos pueden apoyar la salud inmune y reducir la inflamación.

La dieta juega un papel crucial en la regulación de la inflamación, algunos alimentos pueden exacerbar la inflamación, mientras que otros ayudan a reducirla (3). Así dietas mediterráneas (4), nórdicas (5), washoku (japonesa) (6) y jiangnan (sur de China) (7) se caracterizan por tener propiedades antiinflamatorias, estas propiedades se atribuyen principalmente a los compuestos fenólicos como ácido ferúlico, quercetina, kaemferol, cianidina, epicatenina y otros, presentes en alimentos como aceitunas y chocolate amargo, alcaparras y chalotas, comino y porotos, fresas y frambuesas, sidra y moras, respectivamente (8). Los compuestos fenólicos en la dieta permiten la regulación del estrés oxidativo y por ende favorecen la desinflamación del organismo; un interesante artículo académico hizo una revisión del contenido de compuestos antiinflamatorios en los alimentos y propuso un plan de dieta diario para alcanzar una óptima concentración de compuestos antiinflamatorios (9).

 

Desayuno:
  • Pan integral; aceite de oliva; Leche de soja; Moras; Grosella Roja. va; Leche de soya; Moras; Grosella Roja
  • Snack: Jugo de granada; Castañas y pecanos
Almuerzo:
  • Ensalada de aceitunas negras y verdes; tomate, vinagre; ruibarbo; alcaparras, aceite de oliva.
  • Lentejas y verduras al vapor, lentejas; porotos negros, zanahorias, tomate, chalotas, aceite de oliva, orégano, comino y clavo de olor.
  • Pan de centeno
  • Ciruela
  • Chocolate amargo
  • Snack: Jugo de naranja y pecanos
Cena:
  • Salmon grillado y vegetales, Salmon; aceite de oliva; berenjena, alcachofa, romero.
  • Pan de centeno
  • Uvas verdes
  • Chocolate amargo

 

Es así como encontramos numerosos artículos que definen como categoría de alimentos antiinflamatorios a las frutas y verduras, los cuales son ricos en antioxidantes, granos enteros, ricos en fibras, frutos secos y semillas, los cuales aportan con grasas saludables y antiinflamatorias, pescados, con grasas saludables como el omega-3 y, por último, hierbas y especias (10–13). Estos alimentos en conjunto y por separado, favorecen la disminución de los niveles de inflamación en el organismo.

Por el contrario, las investigaciones indican que alimentos refinados, altamente procesados y alcohol en exceso, tienen como efecto el aumento de glucosa en sangre y aumentan el contenido en sangre de marcadores inflamatorios. Estos alimentos se relacionan con problemas cardiovasculares, con obesidad y disbiosis intestinal (14–16).

La evidencia científica resalta que seguir dieta rica en fibra y alimentos fermentados puede mejorar la salud del microbioma intestinal, lo cual es fundamental para controlar la inflamación. Los probióticos y prebióticos juegan un papel importante en la regulación del sistema inmune y la reducción de la inflamación (13).

Alimentos de alta calidad son esenciales para una dieta nutrida, balanceada y para el fortalecimiento del sistema inmune. La dieta a temprana edad juega un rol fundamental en el bienestar intestinal y por ende inmunológico de los más pequeños. Los purés de frutas y verduras son productos que están diseñados para proporcionar una fuente rica de nutrientes antiinflamatorios que apoyan la salud general y el bienestar infantil. Los purés de frutas y verduras son una excelente forma de incorporar

una variedad de vitaminas, minerales y antioxidantes en la dieta de los niños y adultos, contribuyendo a un desarrollo saludable y a un balance de los estados inflamatorios de nuestro organismo. Adoptar hábitos alimenticios saludables es clave para mantener una buena salud a lo largo de la vida.

  1. Pahwa, R., Goyal, A. & Jialal, I. Chronic Inflammation. StatPearls (2023).
  2. Furman, D. et al. Chronic inflammation in the etiology of disease across the lifespan. Nat Med 25, 1822–1832 (2019).
  3. Fletcher, J. Anti-inflammatory diet: What to know. Medical News Today (2023).
  4. Panagiotakos, D. B., Pitsavos, C. & Stefanadis, C. Dietary patterns: AMediterranean diet score and its relation to clinical and biological markers of cardiovascular disease risk. Nutrition, Metabolism and Cardiovascular Diseases 16, 559–568 (2006).
  5. Lankinen, M., Uusitupa, M. & Schwab, U. Nordic Diet and Inflammation—A Review of Observational and Intervention Studies. Nutrients 11, 1369 (2019).
  6. Yatsuya, H. & Tsugane, S. What constitutes healthiness of Washoku or Japanese diet? Eur J Clin Nutr 75, 863–864 (2021).
  7. Wang, J., Lin, X., Bloomgarden, Z. T. & Ning, G. The Jiangnan diet, a healthy diet pattern for Chinese. Journal of Diabetes 12, 365–371 (2020).
  8. Neveu, V. et al. Phenol-Explorer: an online comprehensive database on polyphenol contents in foods. Database 2010, bap024–bap024 (2010).
  9. Stromsnes, K., Correas, A. G., Lehmann, J., Gambini, J. & Olaso-Gonzalez, G. Anti- Inflammatory Properties of Diet: Role in Healthy Aging. Biomedicines 9, 922 (2021).
  1. Bersch-Ferreira, Â. C. et al. Effect of nuts on lipid profile and inflammatory biomarkers in atherosclerotic cardiovascular disease: a systematic review and meta-analysis of randomized controlled trials. Eur J Nutr (2024) doi:10.1007/s00394-024-03455-2.
  2. Calder, P. C. Omega-3 fatty acids and inflammatory processes: from molecules to man. Biochemical Society Transactions 45, 1105–1115 (2017).
  3. Hewlings, S. & Kalman, D. Curcumin: A Review of Its Effects on Human Health. Foods 6, 92 (2017).
  4. Whelan, K. & Quigley, E. M. M. Probiotics in the management of irritable bowel syndrome and inflammatory bowel disease: Current Opinion in Gastroenterology 29, 184–189 (2013).
  5. Lustig, R. H., Schmidt, L. A. & Brindis, C. D. The toxic truth about sugar. Nature 482, 27–29 (2012).
  6. Medzhitov, R. Origin and physiological roles of inflammation. Nature 454, 428–435 (2008).
  7. Mozaffarian, D., Micha, R. & Wallace, S. Effects on Coronary Heart Disease of Increasing Polyunsaturated Fat in Place of Saturated Fat: A Systematic Review and Meta-Analysis of Randomized Controlled Trials. PLoS Med 7, e1000252 (2010).

 

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Dieta e inflamación; la naturaleza de los alimentos que eliges puede marcar la diferencia en prevenir un estados inflamatorios crónicos. Dieta e inflamación; la naturaleza de los alimentos que eliges puede marcar la diferencia en prevenir un estados inflamatorios crónicos. Dieta e inflamación; la naturaleza de los alimentos que eliges puede marcar la diferencia en prevenir un estados inflamatorios crónicos