Nutrición Funcional y Personalizada: El Futuro de Fruselva

por | Ago 12, 2025 | Salud y Nutrición

En los últimos años, la relación entre lo que comemos y nuestra salud ha adquirido una nueva dimensión gracias a los avances científicos. Ya no se trata solo de elegir alimentos saludables, sino de comprender cómo cada persona responde de manera diferente a los mismos nutrientes. Este enfoque fue el que dio lugar hace ya unos años al paradigma de la nutrición personalizada o de precisión, cuyo objetivo sigue siendo adaptar la dieta a las características individuales de cada persona y no tanto a su nivel poblacional. La nutrición personalizada considera aspectos como: la genética; la exposición ambiental y sus potenciales cambios epigenéticos; así como la composición de su microbiota intestinal y el estilo de vida de cada individuo.

La nutrigenética es la rama de la ciencia que estudia cómo nuestros genes influyen en la forma en que metabolizamos los nutrientes. Por ejemplo, algunas personas presentan variaciones genéticas que afectan la absorción de vitamina D, la metabolización de la cafeína o la respuesta a las grasas saturadas. Comprender estas diferencias permite diseñar recomendaciones nutricionales más efectivas, ajustadas a las necesidades reales de cada individuo, así como la creación de nuevos productos alimentarios que sean más fáciles de metabolizar.

Por otro lado, la nutrigenómica se centra en cómo la dieta puede modificar la expresión de nuestros genes. Factores como la alimentación, el estrés, el sueño o la exposición a toxinas pueden «encender» o «apagar» ciertos genes, afectando funciones biológicas esenciales como el metabolismo, la inflamación o el sistema inmunológico [1].

En conjunto, estas ciencias han demostrado que la alimentación puede influir directamente en la prevención y el desarrollo de enfermedades crónicas de alta prevalencia en nuestra población como la obesidad, la diabetes tipo 2, las enfermedades cardiovasculares o incluso ciertos tipos de cáncer.  En este contexto, los alimentos funcionales juegan un papel fundamental. Se trata de productos que, además de aportar valor nutricional, ofrecen beneficios comprobados sobre funciones específicas del organismo, contribuyendo así a mejorar la salud o reducir el riesgo de enfermedades. A diferencia de los suplementos o fármacos, los alimentos funcionales forman parte de la dieta diaria y mantienen la apariencia de alimentos convencionales.

Estos alimentos suelen contener ingredientes bioactivos como vitaminas, minerales, fibra, probióticos, antioxidantes o compuestos vegetales (como polifenoles). Su incorporación a la dieta puede tener efectos como:

  • Mejora del tránsito intestinal
  • Refuerzo del sistema inmunológico
  • Control del colesterol y la glucosa en sangre
  • Prevención de enfermedades cardiovasculares
  • Protección frente al daño oxidativo celular

 

La aceptación de los alimentos funcionales por parte del consumidor depende de múltiples factores. Las personas mayores suelen tener una actitud más favorable hacia ellos, ya que valoran los beneficios para la salud a largo plazo. Las mujeres, por su parte, tienden a estar más dispuestas a aceptar compromisos entre sabor y funcionalidad. Además, los consumidores con mayor conocimiento nutricional son más propensos a buscar alimentos enriquecidos con fibra, antioxidantes u otros compuestos saludables [2].

También influyen factores como la confianza en las etiquetas y en el envase, la percepción de naturalidad y la credibilidad de los beneficios alegados. En este sentido, una comunicación clara, honesta y basada en evidencia científica es clave para fomentar la aceptación y el consumo de este tipo de productos [3,4,5]. En Fruselva, trabajamos este aspecto con todos nuestros clientes, ofreciendo tanto en nuestros productos convencionales como en los funcionales una etiqueta clara, limpia y fácil de comprender.

Nuestro equipo de I+D trabaja desde hace años en diferentes proyectos de investigación integrando la nutrición personalizada con los alimentos funcionales. Creando productos diseñados específicamente para distintos perfiles genéticos, metabólicos o de estilo de vida, así como edades o enfermedades.

En este sentido, algunos servicios de nutrición personalizada ya utilizan test genéticos para ofrecer recomendaciones individualizadas. Sin embargo, el verdadero reto consiste en trasladar ese conocimiento a productos concretos, accesibles y fáciles de consumir por el público general [4,5].

En este contexto, en Fruselva apostamos desde nuestro departamento de innovación por la formulación y el desarrollo de alimentos funcionales que cubran las necesidades de la población, incluyendo a niños, adolescentes, adultos y personas mayores, con el compromiso de revolucionar la forma en que nos alimentamos, permitiendo que cada persona tenga una dieta adaptada a sus necesidades específicas.

 

Referencias

  1. Agrawal, P., Kaur, J., Singh, J., Rasane, P., Sharma, K., Bhadariya, V., … Kumar, V. (2023). Genetics, Nutrition, and Health: A New Frontier in Disease Prevention. Journal of the American Nutrition Association, 43(4), 326–338. https://doi.org/10.1080/27697061.2023.2284997
  2. Vanin, F. M., de Carvalho, R. A., Dos Santos Garcia, V. A., & Yoshida, C. M. P. (2023). Bioactive Ingredients for Safe and Health-Promoting Functional Foods. Foods (Basel, Switzerland), 12(22), 4134. https://doi.org/10.3390/foods12224134
  3. Topolska K, Florkiewicz A, Filipiak-Florkiewicz A. Functional Food-Consumer Motivations and Expectations. Int J Environ Res Public Health. 2021 May 17;18(10):5327. https://doi.org/10.3390/ijerph18105327
  4. Bordoni, Alessandra; Capozzi, Francesco. Foodomics for healthy nutrition. Current Opinion in Clinical Nutrition and Metabolic Care 17(5):p 418-424, September 2014. | https://doi.org/10.1097/MCO.0000000000000089
  5. Roosen, J., Bruhn, M., Mecking, R. A., & Drescher, L. S. (2008). Consumer demand for personalized nutrition and functional food. International journal for vitamin and nutrition research. Internationale Zeitschrift fur Vitamin- und Ernahrungsforschung. Journal international de vitaminologie et de nutrition, 78(6), 269–274. https://doi.org/10.1024/0300-9831.78.6.269