En Fruselva Global celebramos con orgullo la inauguración de nuestra nueva planta de producción en la Región del Maule (Chile), un proyecto que representa un paso decisivo en nuestro compromiso con la innovación, la sostenibilidad y el desarrollo local. Esta instalación, la más grande de Latinoamérica en su especialidad y la primera exportadora en su categoría, consolida a Maule como un polo agroindustrial y exportador de relevancia mundial.
Con una inversión de 40 millones de dólares, nuestra nueva planta genera actualmente 600 empleos directos durante todo el año y prevemos superar los 1.000 puestos de trabajo para 2030, fortaleciendo la economía local y creando oportunidades sostenibles para la comunidad. Desde nuestra llegada a Chile, ya hemos invertido más de 70 millones de dólares, y proyectamos 60 millones adicionales en los próximos cuatro años, reafirmando nuestra confianza en el potencial de esta región.
La inauguración contó con la presencia de destacadas autoridades de Chile y España, entre ellas la ministra de Agricultura de Chile, Ignacia Fernández, el delegado presidencial Humberto Aqueveque, el gobernador regional Pedro Álvarez-Salamanca y la embajadora de España, Laura Oroz. Durante el acto, se destacó el papel de Fruselva como motor de desarrollo regional, impulsando la empleabilidad femenina, la innovación tecnológica y la sostenibilidad.
Nuestro presidente y fundador, Xavier Martínez i Serra, expresó:
“Estamos muy felices de seguir invirtiendo en Chile, un país que ha sido fundamental en nuestro crecimiento internacional. La Región del Maule nos ofrece un ecosistema agrícola y humano único, que queremos seguir potenciando con innovación, empleo y desarrollo sostenible. Esta planta es una muestra de nuestra confianza en la región y en su gente.”
Una planta con identidad y propósito
Esta nueva instalación de 130.000 m², con 25.000 m² cubiertos y 23.000 m² productivos, se define por su compromiso con la sostenibilidad, la innovación tecnológica y el bienestar de las personas. Cuenta con autonomía energética gracias a una planta fotovoltaica y sistemas de autoconsumo, y prioriza la calidad de vida de sus trabajadores con servicios como jardín infantil, sala de lactancia, comedor gratuito, transporte y seguros médicos.
Integra dos plantas productivas que permiten elaborar tanto alimentos convencionales como productos especiales —con alérgenos, probióticos, vitaminas y proteínas— bajo los más altos estándares de seguridad alimentaria. Gracias a ello, nos convertimos en el primer co-manufacturador infantil capaz de ofrecer soluciones seguras para la introducción de alérgenos en la dieta.
Nuestra gestión responsable de aguas residuales mediante tecnología MBR sitúa esta planta entre las más limpias del sector, mientras que las 4.500 horas anuales de formación fortalecen el talento y la innovación de nuestro equipo.
Un modelo de industria con impacto positivo
Como empresa certificada B Corp, en Fruselva Global reafirmamos nuestro compromiso con un modelo de negocio que combina rentabilidad, responsabilidad social y sostenibilidad ambiental, alineado con los principios ESG. Contamos con certificaciones internacionales como BRCGS AA, SMETA/Sedex, Kosher, Halal, Clean Label, Plant-Based, Gluten Free, Non-GMO y Biodinámica (Demeter), que garantizan la calidad y la trazabilidad de nuestros productos en mercados de todo el mundo.
Con la inauguración de esta planta, reafirmamos nuestra misión de transformar la producción agrícola en alimentos infantiles saludables, sostenibles y de alto valor añadido, impulsando el desarrollo de la Región del Maule y proyectando desde Chile nuestra visión de una alimentación más consciente y global.
