Está demostrado científicamente que muchas enfermedades crónicas no transmisibles se podrían prevenir siguiendo una alimentación saludable. Sin embargo, la incidencia de estas sigue siendo alarmante tanto en países desarrollados como subdesarrollados.

A pesar de estos datos, la preocupación por la salud, así como el interés en consumir alimentos sanos con funciones específicas para el organismo es un hecho. Un ejemplo claro ha sido raíz de la pandemia COVID-19 en dónde los hábitos de la población cambiaron buscando alimentos para potenciar el sistema inmunológico. Diversos eventos en la economía global, está impulsando a los consumidores a reconsiderar la inversión que hacen sobre los alimentos y bebidas que compran, intentando obtener un beneficio añadido para su salud [1]. Esto quiere decir, que muchos de los consumidores se inclinan por productos que brinden valor añadido satisfaciendo sus preferencias personales de nutrición por encima de productos simples de menor costo. Traduciendo esta necesidad en una demanda de alimentos funcionales que aborden problemas de salud específicos, proyectando un crecimiento de mercado global con una tasa de crecimiento anual de 9,5% [2].

Si bien no existe un consenso general en cuanto a la definición de alimento funcional, este puede considerarse como tal si tiene un efecto potencialmente beneficioso para la salud cuando se consume en niveles efectivos, de forma regular y como parte de una dieta variada y equilibrada. Pudiendo diferenciar distintos tipos de ingredientes funcionales como proteínas, lípidos, probióticos, prebióticos, simbióticos, vitaminas, minerales, aminoácidos esenciales y otros ingredientes [3]. Esta funcionalidad se consigue por diferentes estrategias. En primer lugar, maximizando la presencia de un compuesto funcional en el propio alimento. Después incorporación externa de un componente bioactivo, incrementando la biodisponibilidad del compuesto de interés, entre otros.

Los alimentos funcionales están creciendo a un ritmo asombroso, ¡No podemos evitar sentirnos entusiasmados! La fabricación de alimentaos funcionales ocupa gran parte de nuestras líneas de producción con fórmulas con beneficios nutricionales científicamente demostrables. Desarrollamos una gran variedad de recetas; Estas incluyen desde alimentos vegetales hasta sustitutos de carne, con diferentes ácidos grasos como omega-3, proteínas texturizadas, vitaminas… También otros subproductos obtenidos a través de tecnologías de extracción pioneras en el campo de la ciencia y tecnología de los alimentos. Como amantes de la investigación, no nos ponemos excusas a la hora de fabricar un nuevo producto.

El campo de la nutrición avanza a pasos agigantados y los alimentos funcionales están en alza. Esto no se debe solo por sus beneficios para la salud, sino que también son una gran tendencia para el medio ambiente y respeto del ecosistema. Tenemos un compromiso con nuestro planeta, es por ello que se selecciona cuidadosamente cada ingrediente dentro de la receta. De esto modo se consigue potenciar al máximo los nutrientes, maximizando la calidad del producto y considerando de manera prioritaria el origen del mismo..

En Fruselva, nos comprometemos a ofrecer las últimas tendencias en productos adaptándonos a la necesidad de cada cliente. Contáctanos para resolver tus dudas, estaremos encantados de ayudar a encontrar lo que necesitas.

[1] Consumer Trends. (2022, diciembre). Institute of Food Technologists. https://www.ift.org/news-and-publications/food-technology-magazine/issues/2022/december/features/f1-outlook-2023-consumer-trends

[2] Food Contact Paper Market Size, Share & COVID-19 Impact Analysis, By Type (Kraft Paper, Greaseproof Paper, Glassine Paper, Parchment Paper, Others), By Application (Fresh Produce, Dry Groceries, Bakery Products, Liquid Food and Drinks, Takeaway and Vending Foods, Others), and Country Forecast, 2022-2029. (2023, enero). Fortune business insights. https://www.fortunebusinessinsights.com/food-contact-paper-market-104905

[3] Guía de buena práctica clínica en Alimentos Funcionales. (2011). Consejo general de Colegios Oficiales de Médicos.

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